Se trata de 10 láminas (aquí se muestra una) que presentan ambiguas manchas de tinta sobre un fondo blanco. El psicólogo se las muestra al paciente y le pide que exprese qué podrían ser esas imágenes. A partir de sus respuestas (considerando factores como el tiempo que se tarda en dar la primera respuesta, cómo coloca la hoja para verla, el modo en el que se describe y, por supuesto, lo que se ve) el psicólogo establece los rasgos de personalidad de la persona que realiza la prueba.
En 1921 el psiquiatra suizo Hermann Rorschach publicó sus estudios con neuróticos (los que tiene distorsionado el pensamiento racional) y psicóticos (los que pierden el contacto con la realidad) a los que mostraba unas tarjetas con manchas y les preguntaba qué podía ser eso. Al parecer, las respuestas subjetivas le ayudaron a distinguir entre unos y otros a través de sus percepciones. Rorschach pensó que esta prueba es un espejo donde la mancha constituye un estímulo ambiguo que hace proyectar interpretaciones y emociones por parte del paciente.
Uno, que es puramente científico, ve (como en la mayor parte de la psicología y demás ciencias humanas) mucho de charlatanería y poco rigor científico; sin embargo el sistema está extendido y forma ya parte del imaginario social.
Por cierto, si quereis leer algo interesante (y breve) os recomiendo una novela corta (impresas son 28 páginas) que se publicó hace medio siglo y que he descubierto gracias a una amiga de un foro. Se trata de Flores para Algernon, del americano Daniel Keyes. Es considerado uno de los mejores relatos cortos de todos los tiempos. Lo menciono porque a su prota le hacen uno de estos test. Lo podeis descargar e imprimir desde aquí: http://www.bjp-inc.com/marta/Flores_para_Algernon.pdf
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