Interesante noticia en El País:
El organismo regulador de la publicidad en Reino Unido prohíbe un anuncio de Actimel por considerarlo engañoso
Estima que no hay pruebas científicas suficientes que apoyen la afirmación de que el producto es beneficioso para la salud infantil
Estima que no hay pruebas científicas suficientes que apoyen la afirmación de que el producto es beneficioso para la salud infantil
Ya hemos escrito aquí sobre el negocio de la salud y poco más se puede añadir; sin embargo en el caso del Actimel se puede hacer un poco de sociología de salón, como a mi me gusta llamarlo:
Desde hace un par de décadas, particularmente desde la masiva incorporación de la mujer al trabajo remunerado, se viene observando una modificación radical de los hábitos educacionales de las mamás para con sus hijos. Se aprecia especialmente en la hiperprotección y en la permisividad del mal. Las madres que trabajan y se ausentan durante largas horas compensan su ausencia con el halago desmesurado, la compensación económica con regalos y la omisión del castigo frente a la trastada (sentimiento de culpa). Además, la considerada "protección natural" de la madre la pretende compensar (y ahí es donde entra el Actimel) mediante mecanismos artificiales. Los publicistas, que no son tontos, tocan la fibra sensible con eslóganes como "les protege durante todo el día" o "refuerza sus defensas". Con estas frases se activa el mecanismo que ya estaba latente.
Por otra parte, el fenómeno antagónico de la madre ama de casa "tradicional" también ha sufrido un cambio importante, ya que la madre no trabajadora cree que tiene que justificar su estancia en casa y para ello prolonga en demasía la duración de la infancia dependiente del chaval. Un ejemplo paradigmático es ver como se ha alargado la edad hasta la que se lleva y se trae a los chavales al cole. Esa madre, como parte de su función protectora (que en ocasiones raya el Síndrome de Munchhausen por Poderes), no va a dudar en darle al chiquillo el bebercio de Danone como parte de la labor de su oficio de mamá.
En cualquiera de los dos casos, ya se sabe: donde hay un complejo, detrás hay alguien que te quiere vender algo para superarlo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario