Existe una clase de tipos que cuando las cosas te van bien, lejos de mostrar alegría, parece que te despreciaran e, incluso, parecen ofendidos por ello. Te sueltan un "me alegro por tí" que viene a decir: "yo no tengo motivos para alegrarme". Esta gente (amigos, compañeros, vecinos y, por supuesto, familiares) podrían pasar por envidiosos; pero lo que son es cobardes.
La mayoría de la gente se rodea de personas en los que ven reflejada su propia vida; buscan a aquellos que tienen idénticos puntos de vista pero no por afinidad, sino por autoafirmación. Viven en la zona cómoda de pensamiento donde los demás aplauden su forma de ver la vida porque, en definitiva, también se aplauden a ellos mismos: Oir sólo lo que uno quiere oir da esa ficticia sensación de que todo es como a uno le gustaría que fuera.
Luego llega uno que se sale de la norma; que se aventura, que se arriesga, que pasa de las opiniones establecidas, que piensa y actúa por sí mismo, que da la contestación equivocada en las preguntas del tipo "¿A quién quieres más, a tu padre o a tu madre?" y empieza el run run. Lo que tu eres me muestra lo que yo no soy. Eres peligroso. Supones una perturbación para el equilibrio de la fuerza.
La mayoría de la gente se rodea de personas en los que ven reflejada su propia vida; buscan a aquellos que tienen idénticos puntos de vista pero no por afinidad, sino por autoafirmación. Viven en la zona cómoda de pensamiento donde los demás aplauden su forma de ver la vida porque, en definitiva, también se aplauden a ellos mismos: Oir sólo lo que uno quiere oir da esa ficticia sensación de que todo es como a uno le gustaría que fuera.
Luego llega uno que se sale de la norma; que se aventura, que se arriesga, que pasa de las opiniones establecidas, que piensa y actúa por sí mismo, que da la contestación equivocada en las preguntas del tipo "¿A quién quieres más, a tu padre o a tu madre?" y empieza el run run. Lo que tu eres me muestra lo que yo no soy. Eres peligroso. Supones una perturbación para el equilibrio de la fuerza.
Un triunfo, por pequeño que sea, le está diciendo al "normal": "Oye, que la culpa no es de la sociedad, ni del EURIBOR, ni de los varones, ni del Villarato, ni de Zapatero, ni de la SGAE. La culpa es tuya". Leo en un libro: "Ser víctima no le gusta a nadie, pero exime, aparentemente, de toda la responsabilidad de la desgracia".
El problema es que solemos dedicar más tiempo pensando en aquellos que pasan por la vida amargados, buscando la razón por la que no tenemos su reconocimiento, que en los que nos aprecian. La solución, con el estómago lleno y el corazón pleno, es dar de lado a esa clase de personas y rodearte sólo de la gente que te apoya, acompaña y valora.
El problema es que solemos dedicar más tiempo pensando en aquellos que pasan por la vida amargados, buscando la razón por la que no tenemos su reconocimiento, que en los que nos aprecian. La solución, con el estómago lleno y el corazón pleno, es dar de lado a esa clase de personas y rodearte sólo de la gente que te apoya, acompaña y valora.
3 comentarios:
Amigo, me parece que en parte te estas autojustificando por algo, o no??.
Lo que llamas opiniones establecidas, en muchas ocasiones son opiniones contrastadas y si la contestacion a una pregunta va en contra de algo contrastado, es en muchos casos una perdida de tiempo.
Si estoy de acuerdo en que todos somos propensos a pensar que la culpa es de todo el mundo excepto nuestra , por lo cual bajamos los brazos y dejamos de luchar.
Yo tengo una vecina que dice "lo he oido en la calle" y eso le da validez o "contrasta" su opinión.
El autor hace bien en revelarse contra ello.
Gracias intiresnuyu iformatsiyu
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