Me acabo de enterar de que el ex-diputado de ERC Joan Puig también se está metiendo con Gasol por hacer un anuncio en el que apoya a España. El mismo político que ayer llamó malnacidos a los extremeños porque no agradecen a Cataluña el dinero que les da y el que hace una semana apoyó públicamente al tal Lluís Suñé (el que publicó lo de "apadrina un niño extremeño por 1000 €"). Evidentemente se descalifica por sí solo, no hace falta siquiera insultarle, basta con describir al individuo en cuestión.
El objetivo de este escrito, en el supuesto caso de que lo lea, es el de darle la razón. La mayoría de los extremeños son unos malnacidos. Por ejemplo, Mi tío Rafael.
Mi tío Rafael mal-nació en un pueblo de Badajoz hace un porrón de años. Mal-estrenó sus primeros zapatos el día que hizo la comunión, ya que mal-anduvo descalzo hasta esa edad. Mal-estudió tan solo dos años en la escuela donde mal-aprendió a leer y a escribir. Cuando mal-creció le llamaron a filas donde mal-luchó por defender la República en Teruel y Brunete. Luego mal-engendró nuevos extremeños a los que, para dar de mal-comer, llevó hasta Barcelona; donde mal-trabajó en una fábrica hasta que se jubiló. Mal-colaboró en la creación de un sindicato en esa fábrica donde mal-reivindicaban mejoras laborales. Durante ese tiempo, mal-viajó numerosas veces a ver a sus mal-nacidas hermanas a través de las mal-nacidas carreteras extremeñas. Me cuentan que hoy, alguno de sus mal-nacidos nietos incluso votan a ERC. Ese mal-nacido extremeño terminó sus días en el mal-gestionado hospital de Bellvitge por una mal-cancer de próstata. Encima de malnacido, mal-muerto.
Pero eso no es todo.
Ese malnacido extremeño, nació el mismo año en que Pompeu Fabra (ingeniero, no lingüista) diseña de manera algo interesada sus Normes Ortogràfiques. Ese malnacido extremeño estrenó su primer calzado (unas alpargatas, no creas) el mismo año en el que Francesc Maciá apoya un primer proyecto de Estatut. Ese malnacido extremeño lucha, junto con un puñado de catalanes en la batalla del Ebro defendiendo la Generalitat y a su presidente Lluís Companys. Ese malnacido extremeño trabajó en la fábrica propiedad de uno de los jefes locales del Movimiento (cuyo hijo hoy representa a un partido nacionalista en el Parlament). Ese malnacido extremeño se jugó el pan de sus hijos en huelgas mientras los hoy independentistas alardeaban de rebeldía jaleando en catalán a Josep Carreras en el Teatro de Ópera del Liceu (olé valientes). Ese malnacido extremeño tardaba 14 horas en llegar a su pueblo por infectas carreteras mientras Jordi Pujol presidía la inauguración del Puerto Olímpico (sufragado a pachas por el Gobierno de España y el Ayuntament, no por la Generalitat). Ese malnacido extremeño inculcó a sus hijos y nietos los valores de libertad y pluralismo político y por eso su nieto te votó a tí para diputado a Cortes. Ese malnacido extremeño se dejó los huevos (literalmente) en Bellvitge para que hoy, en la recepción de ese hospital, te den los formularios en vuestra lengua.
El objetivo de este escrito, en el supuesto caso de que lo lea, es el de darle la razón. La mayoría de los extremeños son unos malnacidos. Por ejemplo, Mi tío Rafael.
Mi tío Rafael mal-nació en un pueblo de Badajoz hace un porrón de años. Mal-estrenó sus primeros zapatos el día que hizo la comunión, ya que mal-anduvo descalzo hasta esa edad. Mal-estudió tan solo dos años en la escuela donde mal-aprendió a leer y a escribir. Cuando mal-creció le llamaron a filas donde mal-luchó por defender la República en Teruel y Brunete. Luego mal-engendró nuevos extremeños a los que, para dar de mal-comer, llevó hasta Barcelona; donde mal-trabajó en una fábrica hasta que se jubiló. Mal-colaboró en la creación de un sindicato en esa fábrica donde mal-reivindicaban mejoras laborales. Durante ese tiempo, mal-viajó numerosas veces a ver a sus mal-nacidas hermanas a través de las mal-nacidas carreteras extremeñas. Me cuentan que hoy, alguno de sus mal-nacidos nietos incluso votan a ERC. Ese mal-nacido extremeño terminó sus días en el mal-gestionado hospital de Bellvitge por una mal-cancer de próstata. Encima de malnacido, mal-muerto.
Pero eso no es todo.
Ese malnacido extremeño, nació el mismo año en que Pompeu Fabra (ingeniero, no lingüista) diseña de manera algo interesada sus Normes Ortogràfiques. Ese malnacido extremeño estrenó su primer calzado (unas alpargatas, no creas) el mismo año en el que Francesc Maciá apoya un primer proyecto de Estatut. Ese malnacido extremeño lucha, junto con un puñado de catalanes en la batalla del Ebro defendiendo la Generalitat y a su presidente Lluís Companys. Ese malnacido extremeño trabajó en la fábrica propiedad de uno de los jefes locales del Movimiento (cuyo hijo hoy representa a un partido nacionalista en el Parlament). Ese malnacido extremeño se jugó el pan de sus hijos en huelgas mientras los hoy independentistas alardeaban de rebeldía jaleando en catalán a Josep Carreras en el Teatro de Ópera del Liceu (olé valientes). Ese malnacido extremeño tardaba 14 horas en llegar a su pueblo por infectas carreteras mientras Jordi Pujol presidía la inauguración del Puerto Olímpico (sufragado a pachas por el Gobierno de España y el Ayuntament, no por la Generalitat). Ese malnacido extremeño inculcó a sus hijos y nietos los valores de libertad y pluralismo político y por eso su nieto te votó a tí para diputado a Cortes. Ese malnacido extremeño se dejó los huevos (literalmente) en Bellvitge para que hoy, en la recepción de ese hospital, te den los formularios en vuestra lengua.
Realmente era un malnacido, ya que nunca entendió que, precisamente, la cuestión no depende de ideologías, nacionalismos, ni siquiera de lenguas; sino de haberte equivocado de lugar al nacer y de no tener el dinero suficiente.
Señor Puig: Lo suyo no es nacionalismo; eso se llama clasismo.
PS: Por cierto, no entiendo muy bien lo de las balanzas fiscales ¿Significa que la provincia de Barcelona dejará de sufragar las obras de la mas pobre Girona (donde tu pueblo, mira por donde)? ¿o los señores de Pedralbes (barrio rico de Barcelona) dejarán de dar dinero a los gorrones del barrio de La Mina? ¿Dónde termina? No entiendo nada.
5 comentarios:
Gran texto. Dudo que la contestación, caso de producirse, sea tan bien fundamentada y elaborada.
Si no entendéis a los catalanes no habléis de ellos, españoles a España... Dejadnos en paz
El problema es el de siempre con las tendencias radicales, cuatro personas quieren mandar sobre todas, siempre esgrimiendo argumentos basados en un pasado que hasta ellos desconocen, diciendo que son un pueblo orgulloso y descalificando a los demas para tapar sus propios defectos...
Ojalá el pueblo les de una lección, que aprendan estas personas, que no somos sus perritos falderos.
Adeu.
Cuando escuché lo que este tío se ha dedicado a decir me entró tal mala leche que casi me trago al señor del coche de delante. Me habría gustado tener tu sangre fría y tu certera prosa para plasmar lo que pienso de manera tan brillante como tú en esta entrada. Como bien dices, es clasismo y del peor. Y respecto al comentario anónimo, lo bueno que tiene vivir en estos tiempos es que cualquiera puede hablar de lo que le dé la gana. Quienes deberían dejar en paz a los demás son impresentables como el tal Joan Puig.
Un beso, y viva tu tío Rafael!!!
Hoy, ha llegado a mi por cauces que no vienen al caso este atículo,en el tiempo transcurrido hasta la fecha mantiene su validez intacta. Gracias por la generosidad al entregarnos una opinion tan brillante.
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