miércoles

SÍNDROME DE MUNCHHAUSEN

Tengo una tía que siempre está enferma; y cada vez que la llamas o la ves se tira una hora contándote todos sus males, achaques, dolores y enfermedades. Después de años así, no tengo por menos que sospechar que su mal es de otra índole:

Existe una enfermedad psicológica llamada Síndrome de Munchhausen, que describe a ese tipo de personas que fingen estar enfermas o se provocan así mismas enfermedades. Ocurre por problemas psicológicos del adulto y es generalmente un comportamiento que busca llamar la atención de los demás y que la gente se compadezca de ellos. Ignoro si hay grados y si mi tía está en algún nivel medio-avanzado...

Aunque no es raro, este síndrome es difícil de descubrir y confirmar. En 1951, el Dr Richard Asher usó el término “síndrome de Munchhausen” para describir a adultos que se inventaron enfermedades para conseguir la atención médica, para adoptar el papel de enfermo y recibir los procedimientos médicos (totalmente innecesarios) asi como los tratamientos, pero sobre todo recibir la constante atención del personal médico y la fama y celebridad de padecer una enfermedad “rara” o desconocida.

El término fue acuñado en referencia al Barón Von Munchhausen mercenario militar de Münchhausen que era conocido por los cuentos de ficción y mentiras de grandes viajes.


PS: Investigando, descubro algo mucho peor: El Síndrome de Munchhausen por Poderes es cuando uno de los padres provoca en el niño síntomas reales o aparentes de distintas enfermedades en busca de atención médica. Es, por tanto, una forma de abuso infantil. Increible...

2 comentarios:

DALTON dijo...

Este síndrome que padece tu tía, tiene todos los visos deparecerlo la una mía por parte de padre también, ya que los síntomas que la afligen son similares a los que describes.

Familia y medicos se resignan a alguien que pretende saber más de dolores y quebrantos que toda la ciencia actual, pues no hay remedio para sus males.

A veces he reflexionado sobre esta actitud persistente y me cuesta creer que en el mundo tan impersonal e independiente de hoy en día, nadie vaya a sentir filia por un semejante a través del dolor y la queja, a no ser que sea religioso o masoca, ya que los religiosos te remiten al rezo y a la fe en el Supremo Hacedor para buscar la mejoría y los masocas se cansan para buscar experiencias nuevas.

Quizás esos deseos de ser el polo de atracción para los demás en base a transmitir aflicción sean la consecuencia de una infancia y adolescencia no solo de escasez material sino también afectiva, de soledad y aislamiento interior personal.

Dificil solución tiene el caso de mi tía y creo que también de la tuya, ya que cuando se ha desarrollado la personalidad y se han cumplido años, ni teniendo todo el oro del mundo se consigue la felicidad y la mejoría porque la psique está afectada.

Que la fuerza te acompañe cuando estés con ella para escucharla y comprenderla sin poder escapar a la primera oportunidad que se te presente.

Anónimo dijo...

Amigo Dalton,

No dudes que este problema (no pequeño) es fruto de una carencia afectiva (real o subjetiva).

Desde aquí le deseo una pronta mejoría a tu tía.